Peterhof y
Tsárskoye Seló
(el palacio de Catalina)

Peterhof, durante 200 años la antigua gran residencia de verano de los emperadores, está inextricablemente ligado a la historia de Rusia. El 'paraíso marino' fue construido como un grandioso monumento triunfal para glorificar la grandeza de Rusia, que durante la guerra del Norte (con Suecia) obtuvo un acceso muy necesario y codiciado al mar Báltico. La perla de Peterhof es un complejo único con más de 120 fuentes, que también fue iniciado por el emperador Pedro I. La excursión alrededor de Peterhof incluye una visita al palacio del Gran Peterhof, un paseo por el parque y una visita a la gruta.

Para que la visita a Peterhof produzca una mayor impresión, se recomienda ir no en autobús, sino por el barco Meteoro (transporte acuático), ya que su fundador asumió que los huéspedes llegarían a su lugar de residencia desde el mar.

La exposición del palacio de Catalina, situada en el territorio de la reserva-museo Tsárskoye Seló, abarca más de 300 años de historia del monumento excepcional y presenta las obras de los arquitectos que participaron en su construcción y decoración en los siglos XVIII y XIX, así como los logros de los restauradores que reconstruyeron el palacio después de la Segunda Guerra Mundial. Actualmente, de las 58 habitaciones del palacio destruidas durante la guerra, 32 están reconstruidas, la más famosa de las cuales es la sala de Ámbar, a la que se prestará especial atención durante la visita del palacio. Después de visitar el palacio, está previsto dar un paseo por el parque.